Los proveedores de servicios públicos tienen la gran responsabilidad de ofrecer servicios esenciales, como la electricidad, el petróleo, el gas y el agua, a los usuarios domésticos y al sector industrial. Los sectores de energía y servicios públicos se centran cada vez más en la transformación digital, un movimiento que promete grandes logros en términos de interacciones mejoradas con los clientes, operaciones optimizadas, procesos automatizados y mayores eficiencias. Sin embargo, esta transición debe realizarse sin riesgos, sin interrupciones (o cuidadosamente planificadas) de los equipos de la sala de control.
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